Asya Teryaeva: Detrás de la profesión de tatuador

Las mujeres se tatúan más que los hombres y tienen gran éxito en la industria del tatuaje, como se ve en la carrera de la tatuadora Asya Teryaeva. Sus clientela es femenina, y sus diseños de botánica minimalista utilizando técnicas a mano alzada han ganado reconocimiento mundial.

Un estudio sociológico reciente de McCrindle mostró que las mujeres se tatúan con más frecuencia que los hombres. Y otro resultado interesante del mismo informe es que la industria del tatuaje es una de las pocas áreas donde las mujeres logran un gran éxito y ganan más dinero. La heroína de nuestro artículo, Asya Teryaeva, confirma ambas conclusiones a través de su propio ejemplo. En primer lugar, todos sus clientes son mujeres. En segundo lugar, la carrera de Asya está despegando. Y parece que esto es sólo el principio.

Pero te preguntarás ¿por qué solo clientes femeninas? No hay una razón específica. Es solo que Asya trabaja en un estilo que es muy popular entre las chicas. Se trata de composiciones botánicas que diseña a mano alzada, cuando una parte del tatuaje se hace con una plantilla y la otra parte se dibuja literalmente a mano sobre la piel. Como resultado, la imagen del cuerpo se ve lo más natural posible desde cualquier ángulo. Y es comprensible por qué: este enfoque tiene en cuenta todas las características anatómicas de la persona. Asya solo trabaja con imágenes en blanco y negro. Siempre le han gustado el diseño gráfico y el minimalismo. Y esto es perfectamente evidente en cada obra. Líneas claras pero delicadas, proporciones equilibradas, sombras claras y sombreados suaves. Mirando su cuenta de instagram, queda claro por qué estudios de tatuaje de diferentes rincones del mundo están encantados de colaborar con ella.

"Comencé mi carrera en uno de los estudios de San Petersburgo. Trabajé mucho, en primer lugar, perfeccionando mis habilidades en la creación de diseños, dibujándolos literalmente de la noche a la mañana. Sin un buen diseño, no habrá un buen tatuaje, si es un proyecto que no usa la técnica a mano alzada. Después de dos años de arduo trabajo, recibí mi primera invitación a un estudio como artista invitada en Alemania. Sinceramente, estaba emocionada. Por supuesto, sabía que muchos de mis colegas viajaban por Europa y trabajaban allí, pero no estaba segura de poder llegar a hacer lo mismo. Mi primera experiencia como invitada fue en Hamburgo, y luego comenzaron a llegar invitaciones de otros lugares: Ámsterdam, Berlín, Milán, París, Londres. Incluso logré visitar Newcastle en la frontera con Escocia. ¿Quién lo hubiera imaginado?

Esa primera experiencia como invitada en Hamburgo, por supuesto, no fue accidental. Todo comenzó con un gran proyecto para uno de sus clientes. Era una manga, desde la clavícula hasta la muñeca. Asya recuerda que se necesitaron no menos de cinco sesiones para completar el trabajo. En ese momento, esos proyectos a gran escala le tomaban más tiempo que ahora. En cualquier caso, la clienta quedó satisfecha y Asya publicó su trabajo en Instagram. Sólo para su portfolio, como de costumbre. Esta publicación terminó siendo republicada por una página dedicada a compartir el trabajo de tatuadores con un millón de suscriptores. Y se volvió viral.

“Si no me equivoco, era una página de un estudio de tatuajes en Miami (Equilattera). Publicaron mi trabajo, y luego tuve una afluencia de seguidores, el crecimiento fue significativo. Después de eso, recibí una invitación a mi primer 'guest spot' en Alemania. La clienta, por cierto, repitió experiencia, y le hice un nuevo tatuaje en el muslo".

Asya sigue colaborando con diferentes estudios por todo el mundo. Señala que toda la comunicación con los clientes se realiza online, por correo electrónico. También recuerda el encierro, que nos enseñó a muchos de nosotros a comunicarnos a través de las redes sociales. Está claro que hace tres años, las restricciones de Covid tuvieron un impacto significativo en la industria del tatuaje. En San Petersburgo, todos los salones dejaron de funcionar a la vez, pero para Asya, fue más una ocasión para reflexionar.

"Para mí, fue un buen momento en el sentido de que pude pensar en mis propias perspectivas con mucho cuidado. En primer lugar, comencé a hacer tatuajes temporales. A través de prueba y error, encontré un proveedor. Había muchos órdenes, incluyendo Europa y Estados Unidos. En segundo lugar, entendí que el confinamiento no iba a ser para siempre y comencé a pensar en mi propio estudio de tatuajes para no depender de nadie. Ni siquiera era un estudio en el sentido clásico. Acabé alquilando un espacio muy hermoso y bien iluminado para trabajar. Tuve suerte con la ubicación: el mismo centro de San Petersburgo. Cuando se levantaron las restricciones, no hubo escasez de clientes".

Estoy seguro de que tampoco faltarían aprendices si Asya decidiera enseñar a tatuar en algún momento. "Es difícil ahora" - dice nuestra heroína. Un horario de trabajo apretado y los constantes viajes pasan factura. Pero las solicitudes para enseñar a tatuar están llegando.

"Es importante tener en cuenta que un tatuador no es solo alguien que comprende el proceso de tatuar. Hay muchos otros aspectos de nuestra profesión. Esto incluye la habilidad de comunicarse con las personas, trabajar con fotografías, los matices de promocionarse a sí mismo y a su trabajo. Es posible que algún día pruebe suerte como mentor, pero por ahora, no es mi prioridad".

Al final de nuestra conversación, le pregunté a Asya sobre sus planes. Por supuesto, era una pregunta trivial. Mi entrevistada pensó por un momento y respondió que le gustaría abrir su estudio de tatuajes en algún lugar fuera de Rusia. Aún no hay una ubicación exacta. Y eso es comprensible. Después de todo, tienes que viajar por muchos países para finalmente entender cuál es "el tuyo". Y, sin embargo, Asya me dejó con la impresión de ser una persona que puede tener éxito independientemente del lugar en el mundo donde se encuentre. Es una profesional y eso es lo más importante.

Escrito por Ivan Petrov