“La piel como testimonio”: una conversación con la tatuadora Mané Diás
Nueva encarnación, vulnerabilidad y mitología personal en el tatuaje durante la guerra

Mané Dias es una artista ucraniana de origen armenio que se dedica al tatuaje. A pesar de la guerra, permaneció en la ciudad de Kiev durante mucho tiempo, trabajando y desarrollando la narrativa de sus proyectos artisticos, que posteriormente comenzó a llevar por toda Europa. Sus tatuajes encontraron reconocimiento en París, Berlín, Viena, Varsovia y Ámsterdam. Actualmente vive y trabaja en California, donde se mudó a finales de 2024.
Su estilo y los temas de su obra se moldearon durante un período de intensa turbulencia interna y externa. Poseen una fuerte dimensión psicológica y se expresan a través de arquetipos que conectan con el espectador a un nivel subconsciente e indagador.

"En la cultura contemporánea, el tatuaje es una forma generalizada de transformar voluntariamente el cuerpo. Para muchos, es una forma de adorno, de autoaceptación o de sentirse parte de una corriente más amplia. Para mí, el arte del tatuaje siempre ha sido, ante todo, arte: una forma exclusiva de expresar mi visión y comunicarme con mis clientes a un nivel personal, casi íntimo."

"La guerra [en Ucrania] fue un punto de inflexión para mí como tatuadora. Mi percepción cambió: el cuerpo dejó de ser algo dado por hecho; se convirtió en una herramienta de supervivencia, un instrumento que posibilita la resistencia. Enfrentar la vulnerabilidad del cuerpo también expuso otra fragilidad: la psíquica. La seguridad dejó de ser física para convertirse en una cuestión de supervivencia interior."
"El tatuaje activa el cuerpo, lo hace consciente. Es un retorno a uno mismo a través del dolor controlado, mediante la decisión de sentir ese dolor en sus propios términos. En ese proceso, el cuerpo deja de ser un objeto y se convierte en un sujeto soberano por derecho propio. Para mí, las imágenes que permanecen en la piel después de una sesión tan intencional adquieren una cualidad ritual: son recuerdos de vulnerabilidad y miedo que una persona ha logrado afrontar y superar, para construir una mitología interior."

"Esa mitología se convirtió en el motivo central de mis bocetos. En un mundo de racionalismo brutal, donde la guerra aún predomina sobre la lógica, la necesidad de dar sentido a lo irracional se volvió inevitable. Mi visión del mundo, y de mí mismo en él, tuvo que transformarse; pero más que eso, tuvo que reconstruirse desde cero. Así fue como comencé a dibujar imágenes sentimentales, eróticas y místicas; no personales, sino profundamente íntimas a un nivel arquetípico. Para que cualquiera que las viera pudiera reconocer su propia historia en ellas."
Los símbolos eróticos en mis bocetos a menudo remiten a una percepción primigenia del mundo, de la energía misma. No están pensados para ser decodificados intelectualmente, sino para ser sentidos intuitivamente: como un sueño que deja huella en la piel, o un recuerdo creado en el ritual compartido de una sesión. El cuerpo, de frágil recipiente, se convierte en materia sagrada viva, capaz de transformarse, capaz de albergar el dolor como una experiencia significativa.
Puedes encontrar a Mané en Instagram @themanedias y en themanedias.com.