Tatuajes de Le baiser de l'Hôtel de Ville

A pesar de no ser tan icónico como el beso de marinero de Alfred Eisenstaedt (“V-J Day in Times Square”), el “Le Baiser de l'Hôtel de Ville” de Robert Doisneau, tomado en una calle parisina en 1950, es considerado una de las fotos más románticas y populares jamás tomadas.

La obra “El Beso del Hôtel de Ville” por el reportero gráfico Robert Doisneau captura la eternidad de un beso apasionado que trasciende el tiempo y la localidad. Doisneau documentó la Resistencia francesa, disparando imágenes icónicas de la ocupación y la liberación de París y después de que la guerra fuera conocida por retratar de manera realista la vida cotidiana de la gente común. Un colaborador de destacadas revistas, incluyendo Life y Vogue, Doisneau proporcionó imágenes de esperanza después de los días oscuros de la Segunda Guerra Mundial.

Darse un beso es una de las cosas más naturales que pueden hacerse. Pero no es natural que después de tal acto te veas a ti mismo en millones de postales, carteles y otros documentos gráficos.

Esto es lo que les pasó a los dos amantes anónimos que aparecen en la foto de Robert Doisneau, cerca del Hotel de Ville. La foto fue tomada en los años 50 y se hizo muy famosa poco después. La pareja fue considerada un símbolo de amor en París. Todo el mundo tenía curiosidad por saber la identidad de los amantes, pero Doisneau no lo iba a poner tan fácil.

Jean y Denise Lavergne creyeron por error ser la pareja en la foto. Un error que Doisneau no quiso corregir cuando aceptó reunirse con ellos para un almuerzo, porque como declaró para la prensa en ese momento, “no quería romper su sueño” Las cosas se complicaron y los Larvegnes lo llevaron a la corte. Según la ley francesa, es ilegal tomar fotografías de personas sin su permiso. La aventura legal le hizo reconocer que los personajes reales en la imagen eran Françoise Delbart y Jacques Carteaud. Según BBC, ambos eran aspirantes a actores en el momento en que Doisneau interrumpió su beso. "Nos dijo que éramos encantadores, y nos preguntó si podíamos besarnos de nuevo para la cámara. No nos importó. Estábamos acostumbrados a besarnos. Lo estábamos haciendo todo el tiempo entonces, era delicioso. Monsieur Doisneau era adorable, muy discreto, muy relajado ", dijo Françoise.

La pareja sólo aguantó 9 meses, pero su beso fue eterno; cortesía de Robert Doisneau. El fotografo le regaló a Françoise Delbart la foto en versión original, firmada por él. Ella lo vendió en 2005 por 155 000 euros, así que también podríamos decir que fue uno de los besos más caros.