También conocido como ojo de la providencia, el ojo que todo lo ve es un símbolo que incluye un ojo inscrito dentro de un triángulo con uno de sus tres vértices hacia arriba y con la mirada hacia abajo

Como tantos otros símbolos populares, el ojo que todo lo ve es uno de esos símbolos que tiene sus orígenes en la historia antigua, y ha sido usado tanto dentro de contextos religiosos como mágicos. Originariamente, el símbolo representaba el ojo de Dios que todo lo ve. Se encuentra relacionado con el ojo de Horus del antiguo Egipto, aunque el diseño actual tiene sus orígenes en el renacimiento.

En muchas culturas antiguas, el ojo que todo lo ve era un símbolo interpretado como la vigilancia de Dios y su omnipresencia sobre la humanidad, razón por la cual ha sido un motivo frecuentemente utilizado en el arte, incluyendo el arte de los tatuajes.

La providencia significa la suprema sabiduría de Dios que rige el mundo. En el siglo 18, muchos europeos, particularmente los que contaban con una educación, no creían en el Dios cristiano, aunque sí que creían en algún tipo de entidad o poder divino singular. Así, el Ojo de la Providencia puede referirse a la guía benévola de cualquier poder divino que pueda existir.

A lo largo del tiempo ha sido apropiada por varios grupos y ha ido adoptando diferentes formas, como por ejemplo la masonería donde es conocido como “Delta luminoso”, por lo que provoca reacciones mixtas. Para los masones sirve como recordatorio de que todos sus pensamientos y acciones están siendo observados por Dios.

Y relacionado con la masonería está el sitio más reconocible en el que se puede encontrar el ojo que todo lo ve: el billete de un dólar, donde el ojo se acompaña por una pirámide.